Un altillo es una entreplanta, un espacio elevado que se sitúa a medio nivel de una planta, y que suele servir como almacén, dormitorio, despacho, sala de juegos, etc. Por las características de su construcción, suele tener techos a dos aguas y no muy elevados, por lo que suele usarse como habitación de invitados o como un lugar donde “esconderse del mundo”. Además, puesto que las viviendas son cada vez menos espaciosas, es una buena manera de sacar un espacio extra. Por ello, en este artículo te damos algunos consejos sobre cómo construir un altillo de madera.  

Altillo de madera: qué tener en cuenta

Antes de diseñar el altillo de madera, has de considerar los siguientes puntos, pues de ellos depende que el resultado sea práctico y eficiente, y no surjan problemas más adelante: 

La altura

A menos que tu hogar tenga techos altos, es muy probable que no puedas erguirte en el altillo de madera que construyas. Sin embargo, es importante estudiar esta variable para tratar de sacarle el máximo provecho. Por ejemplo: si la planta dispone de un mínimo de 4,5 metros, podrás moverte con total libertad tanto por la planta baja como por el altillo.

Sin embargo, si el espacio es limitado, tendrás que estudiar más a fondo el asunto, sobre todo si el techo es de ángulos inclinados. En ese caso, tendrás que “jugar” con los elementos: situar la escalera en la parte con menos inclinación de la cubierta y los muebles (algunos de ellos, incluso adaptarlos) en la de mayor inclinación. 

La ubicación del altillo de madera es importante. Por ejemplo, si lo sitúas sobre el baño o la cocina, que pueden funcionar bien con unos 2 metros de altura, tendrás más altura para el altillo. Claro que el uso final del altillo también es clave; por ejemplo, si se destina a un lugar donde dormir, con 1,5 metros de altura es suficiente. 

La escalera

No hay altillo sin escalera, por lo que es importante considerar de qué tipo la vas a instalar: escamoteable, inclinada contra la pared, un mueble-escalera, aprovechando un mueble para ahorrar espacio, etc. La elección dependerá del espacio disponible, del diseño del altillo de madera, de la funcionalidad e integración con el resto de elementos, etc. 

Las ventanas

La altura de un altillo de madera es de por sí baja, por lo que, si no tiene apertura al resto de la planta, sin ventanas puede convertirse en un lugar claustrofóbico y nada acorde a la idea que representa este espacio (al menos que solo lo quieras como almacén). Instalar ventanas te permite iluminar y ventilar el altillo; y si la cubierta es inclinada, puedes tener luz cenital colocando ventanas de techo. 

El suelo y las paredes

Al igual que ocurre con las ventanas, si no cuidas los elementos y materiales que te van a rodear, puedes llegar a sentirte enclaustrado. Para los suelos, las tarimas flotantes dan sensación de ligereza, mientras que los colores claros para las paredes ayudan a “ampliar” el espacio. 

El techo 

El diseño del techo va a depender de la estructura original. Esta parte de tu altillo de madera puede ser muy original si la cubierta es inclinada, ya que puedes dejarla a la vista si tiene vigas o un estilo “rústico”. Si no, de nuevo puedes optar por los tonos claros para dar una sensación de amplitud y claridad. 

Los muebles

Este punto del diseño de un altillo de madera es más un gusto personal que de estructura, aunque hay algunas claves. Puesto que el espacio es reducido, no recargues el espacio con muchos muebles.

Ahora ya sabes qué hay que tener en cuenta a la hora de diseñar y construir un altillo. No es complicado, pero sí que necesitas hacerlo con precisión y buenos materiales y herramientas, así que no dudes en acercarte a tu centro BAUHAUS más cercano y dejarte asesorar por nuestros profesionales. ¡Te estamos esperando!