¿Estás a punto de decidir qué calefacción quieres para tu casa? En ese caso, has llegado al sitio adecuado, pues en este artículo vamos a detallarte los tipos de calefacción para casas que hay, así como sus ventajas e inconvenientes. ¡Para que escojas la que mejor se adapta a tus necesidades y las de los tuyos!
Tipos de calefacción para casas: ventajas e inconvenientes
A continuación te detallamos los diferentes tipos de calefacción que hay en función de su fuente de energía, así como sus ventajas e inconvenientes:
Calefacción eléctrica
Es la calefacción para casas más habitual por su sencillez y por que apenas necesita inversión para su instalación ni un posterior mantenimiento. Asimismo, se trata de un sistema muy seguro cuya energía se produce de manera inmediata y se puede regular. Sin embargo, como inconveniente, consume más energía que, por ejemplo, las calderas de gas, por lo que el coste es mayor.
- Estufa: se trata de un sistema focal y directo que proyecta calor directamente sobre la superficie ante la que se coloca.
- Calefactor: lo hay de suelo y de pared, y este sistema calienta la estancia en pocos minutos y permite regular la temperatura con un termostato.
- Radiador: lo hay de agua, el cual se adhiere a la pared e irradia calor a la estancia por convección (incluye un termostato para regular la temperatura); de aceite (y a su vez fijos de pared y móviles con ruedas), que irradia un calor suave y homogéneo y se puede regular mediante un termostato, y halógeno, el cual no irradia un calor a toda la estancia, sino que proyecta calor sobre los objetos o las personas que se encuentran cerca del aparato.
- Emisor térmico: lo hay de fluido (agua), el cual es un sistema de respuesta térmica inmediata que puede programarse y que se desconecta en caso de que la temperatura baje 4 grados en 20 minutos; en seco, que calienta por convección y está recomendado para habitaciones que necesitan ser calentadas de forma rápida, y cerámico, el cual genera un calor suave y envolvente que puede continuar generando calor tras haber alcanzado la temperatura deseada pero sin consumir más electricidad.
- Convector: se trata de un tipo de calefacción móvil que calienta la estancia de una manera sencilla y rápida. Su sistema funciona a través del calentamiento de una resistencias internas que desprenden calor por toda la estancia.
- Bomba de calor: no es más que el aire acondicionado funcionando “al revés”; es decir, muchos aires acondicionados incluyen una bomba de calor que revierte el frío que aporta en verano en calor durante el invierno.
- Suelo radiante: este sistema de calefacción eléctrica si requiere de instalación, y permite que el calor provenga del suelo y se propague por toda la estancia.
- Panel radiante: de estética minimalista y clásica, se coloca en la pared y usa el aceite para generar una eficiente distribución del calor.
- Chimenea: con diferentes acabados, algunos similares a una chimenea “original”, este tipo de calefacción eléctrica cuenta con el efecto llama y proporciona un calor cómodo y acogedor.
Calefacción por combustible
Este tipo de calefacción para casas produce un calor homogéneo en toda la vivienda, además de que no reseca el ambiente y mantiene muy bien el calor en climas muy fríos. En cuanto a los inconvenientes, necesita de revisiones periódicas y es posible que no llegue el suministro de gas natural si se vive lejos de las grandes ciudades.
- Caldera de gas o gasóleo: se trata de un sistema que obtiene agua caliente, la cual a su vez se usa tanto para la ducha como para calentar la vivienda a través de radiadores de agua que son compatibles con la caldera en cuestión.
- Estufa de parafina: no requiere de instalación previa, sino que se trata de una estufa que usa la parafina, un derivado del petróleo, para generar calor a toda la estancia mediante la combustión. Este tipo de combustible puede generar algo de olor, además de que es importante dejar las puertas abiertas para evitar la concentración de CO2.
- Estufa de bioetanol: se trata de una estufa que utiliza el bioalcohol para encender una llama que produce calor.
Calefacción por biomasa
Este tipo de calefacción para casas usa materiales orgánicos para la generación de calor, como pellets, leña, astillas de madera o huesos de aceituna, por lo que se trata de una fuente de energía renovable. Como ventajas: es ecológica, tiene un gran rendimiento y se ofrecen ayudas institucionales en algunas comunidades para su instalación. Los inconvenientes: requiere de una limpieza semanal, hay que instalar una salida de humos y el precio de la estufa puede salir más caro que cualquier otra.
- Estufa de pellets: usa los pellets (combustible que se fabrica a partir de residuos vegetales) como combustible y ofrece un calor potente y limpio. Es un sistema de calefacción con una gran autonomía y que, dependiendo del tipo de sistema, pueden requerir o no de instalación.
- Estufa de leña: similar a la de pellets, con la diferencia de que usa leña como combustible.
Calefacción geotérmica
Se trata de la fuente de energía más eficiente (y limpia), aunque a la vez más desconocida. La calefacción geotérmica usa el calor del subsuelo para climatizar las viviendas de una manera ecológica. Sin embargo, el gran inconveniente es que requiere de una gran inversión para su instalación, aunque al cabo de un tiempo resulta rentable gracias al gran ahorro a largo plazo que supone.
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