¿Tu cocina es pequeña y te gustaría abrirla al salón para ganar amplitud? Tanto las cocinas abiertas como las cerradas tienen ventajas y también algún inconveniente. Te contamos todo lo que necesitas saber para que puedas decidir si elegir una cocina abierta o cerrada. 

¿Qué es una cocina abierta?

Cuando el espacio brilla por su ausencia y no contamos con muchos metros cuadrados, una de las soluciones más prácticas y efectivas para ganar amplitud consiste en plantear una zona de estar diáfana, de concepto abierto. Se trata de un espacio sin compartimentar que incorpore la cocina y el salón, de forma que estos ambientes no queden separados por ningún tabique. Esto es lo que se llama una cocina abierta o cocina americana, ya que es el modelo característico de las casas de este país, mientras que en España se ha apostado tradicionalmente por las cocinas cerradas.

Sin embargo, la opción de dejar la cocina abierta gana cada vez más adeptos en nuestras casas, ya que se dibuja como una buena solución a la falta de espacio. A cambio, es necesario asumir ciertos inconvenientes y estudiar de qué manera se pueden minimizar.

Ventajas e inconvenientes de una cocina abierta

Son muchos los beneficios que aportan las cocinas abiertas al salón:

• Más amplitud. Este tipo de cocinas de concepto abierto disfrutan de mayor continuidad visual, lo que consigue que el espacio parezca más amplio. Se gana libertad de movimientos a la hora de cocinar y estar en la cocina. Se eliminan los recovecos, los espacios estrechos, y es más fácil optimizar cada metro cuadrado.
• Más luminosidad. La luz natural fluye libremente y los espacios resultan más luminosos sin barreras arquitectónicas que dividan la cocina. Cuando los ambientes gozan de luz natural son más acogedores.
• Cocina y salón quedan conectados, lo que permite un uso diferente del espacio. Es posible cocinar sin aislarse de aquellos que están en el salón, lo que favorece la comunicación y la interacción entre las personas.
• Si la cocina se abre a un comedor o zona de office, aumenta la comodidad a la hora de poner, quitar o servir la mesa, al estar ambos espacios conectados.

Además de ventajas, las cocinas de concepto abierto presentan también algún inconveniente que debes conocer antes de decidir.

• El orden de la cocina pasa a ser una prioridad. Cuando la cocina está abierta al salón es fundamental que quede recogida justo después de utilizarla, si no quieres que se convierta en un elemento distorsionante que añada sensación de caos al espacio. No conviene dejar utensilios y otros objetos en la encimera y has de hacer el firme propósito de mantener la cocina ordenada.
• Olores y humos. Se generan al cocinar y, si no hay barrera que los contenga, llegan al salón de forma inevitable. En cualquier caso, existen soluciones que ayudan a combatir este problema.
• Ruidos. Son inevitables en la cocina y, cuando esta se abre al salón, se transmiten sin remedio a este espacio de estar. Ruido de cacerolas, de platos, de los electrodomésticos, etc. En ocasiones pueden molestar a aquellos que están en el salón.

Consejos para tomar una decisión

Analiza cómo eres y cómo usas y vives tu cocina. ¿Te gusta cocinar, pero te molestan los olores? ¿Eres capaz de mantener el orden en los distintos espacios? ¿Te encanta celebrar reuniones en casa con familiares o amigos y cocinar para ellos? Las respuestas a todas estas preguntas te darán la clave para optar por una cocina abierta o cerrada.

Si te decides por una cocina abierta, hay varias formas de tratar de combatir los problemas que conlleva. Puedes cambiar ciertos hábitos, utilizar la tecnología, recurrir a soluciones de diseño, etc. 

Para controlar los humos y los olores al cocinar es clave elegir una buena campana extractora, que sea potente y efectiva, y usarla correctamente. Los modelos que quedan integrados en el techo pasan casi inadvertidos y funcionan muy bien. Por otro lado, para unificar espacios es importante conceder al diseño la importancia que tiene, y elegir el mobiliario de cocina respetando la estética, los materiales y colores que dominan en el salón.

Apuesta por una solución intermedia

Si las cocinas abiertas te parecen una buena idea en ciertos aspectos, pero no te convencen del todo, existe una solución intermedia: abrirla al salón, pero solamente de forma visual. Se trata de tirar el tabique y sustituirlo por un cerramiento acristalado con puertas. De este modo, se gana amplitud y luminosidad, se pueden dejar las puertas abiertas cuando se desee conectar la cocina con el salón, y cerrarlas mientras se cocina para evitar que lleguen al salón ruidos, humos y olores.

Además, existen otras opciones para separar la cocina y el salón sin barreras físicas, y crear así un espacio intermedio mediante una isla o una península en la que es posible poner una barra con asientos, por ejemplo.

Una cocina a tu medida

Ahora ya sabes todo lo necesario para poder decidir si te conviene más una cocina abierta conectada al salón, o una cocina cerrada, más tradicional. En BAUHAUS contamos con un servicio de instalaciones y reformas que te ayudará a conseguir la cocina de tus sueños.

Preguntas frecuentes sobre cocina abierta o cerrada