En este artículo te contamos cómo cambiar la cerradura de la puerta de un modo fácil y sencillo. Aunque al principio puede parecer un proceso complejo, en realidad es mucho más simple de lo que parece. Además, podrás hacerlo tanto en una puerta de exterior simple como en una puerta de seguridad. ¡Toma nota!

Desatornillar la pletina interior
Lo primero que debemos hacer para cambiar la cerradura de una puerta es desatornillar la pletina interior. Es decir, el recubrimiento o placa interior en el que van fijados los tornillos. Para ello, solo necesitamos utilizar un destornillador adecuado al tipo de tornillos que utilice la cerradura. Una vez que hayamos retirado los tornillos, retiramos la pletina sin problemas, dejando a la vista el bombín de la cerradura. O sea, el mecanismo interior.
Comprobar que los tornillos y el orificio de la antigua y la nueva cerradura coinciden
Antes de seguir con el siguiente paso, debemos comprobar que tanto los tornillos de la pletina nueva, como el propio orificio del bombín de la antigua cerradura coinciden con la nueva. ¿Cómo podemos asegurarnos de que coincidan? Lo más recomendable es comprar la nueva cerradura tomando como referencia la antigua. De esta forma, nos aseguramos de que la nueva cerradura encaje a la perfección en la puerta.
Desacopla el antiguo bombín
Una vez que hemos comprobado que la nueva cerradura va a entrar en el sitio de la antigua, procedemos a desacoplar el antiguo bombín. Para ello, lo más habitual es que necesitemos desatornillar los tornillos que se encuentran en el lateral de la puerta (los relativos al bloqueo de la propia cerradura).
Quita el antiguo bombín
Desatornilla la pletina
Retira el cuerpo empotrado de la cerradura
No obstante, también hay mecanismos que no necesitan desatornillar nuevas partes y que se pueden retirar sin problema. Según sea el caso, haremos una cosa u otra.
Cambiar la cerradura de la puerta
Una vez que hemos retirado la cerradura antigua, ha llegado el momento de cambiar la cerradura de la puerta propiamente dicho. Introducimos la cerradura nueva.
Introducimos el nuevo bombín
En el espacio que ha dejado el antiguo. Si es del mismo tamaño, el bombín debe encajar perfectamente en el hueco sin necesidad de hacer modificaciones.
A continuación colocamos también la pletina y el tirador.
Para ello, lo más habitual es que tengamos que volver a atornillar el tornillo que se encuentra en el lateral de la puerta (el relativo al bloqueo de la propia cerradura).
Atornillar la nueva cerradura a la puerta
Finalmente, una vez que tengamos todo el conjunto de la nueva cerradura instalado, procedemos a atornillar la nueva pletina para fijarla a la puerta desde el interior de la casa. Por último comprobamos que el mecanismo funciona correctamente.

Como puedes ver, cambiar la cerradura de una puerta es mucho más fácil y rápido de lo que puede parecer en un principio. Lo más importante que tienes que tener en cuenta es adquirir una nueva cerradura que sea compatible con el espacio de la antigua. De esta manera, te evitarás muchos quebraderos de cabeza y contratiempos.

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