Aunque podar un árbol frutal pueda parecer un proceso similar al de podar otro tipo de árbol,  la realidad es que la poda es bastante diferente. La gran diferencia es que la poda de un árbol que no tiene frutos o de un arbusto es una poda estética, mientras que en la poda de un árbol frutal el objetivo es distinto. En este post te contamos cómo podar un árbol frutal para que crezca fuerte y sano.

¿Cómo podar un árbol frutal?

La poda de un árbol frutal difiere en los objetivos de la poda de un árbol que no da fruto. En este caso, el objetivo es que el árbol frutal dé los mejores frutos posibles y en la mayor cantidad posible. Por lo tanto, es importante ser consciente de lo que se está haciendo y de lo que se está buscando. 

Para podar un árbol frutal hay que buscar el equilibrio entre el crecimiento del árbol y su fructificación. Además, también debe procurarse que el árbol se conserve lo mejor posible y con buena salud, mejore la floración y la belleza del follaje y se tenga dominada su forma y volumen.

Herramientas para podar un árbol 

Para podar un árbol solo se necesitan tijeras de poda, aunque conviene tener unas para cada momento:

• Tijeras de pértiga para las ramas más altas.
• Tijeras de dos manos con palanca para las ramas más gruesas.
• Tijeras de mano para cortar ramas finas y accesibles en altura.

¿Cuándo se poda un árbol frutal?

Por norma general:

• El mejor momento para podar un árbol frutal es antes de que empiece la primavera, durante las últimas semanas de invierno. Puede retrasarse hasta una semana después de la floración, pero conviene hacerlo antes para que cualquier herida que se produzca durante la poda se cure antes de que empiece a florecer. 
• Si la poda se hace entre finales de otoño y el inicio del invierno, las heridas que se hagan al árbol tardarán más en sanar (empezarán a sanar a finales del invierno), y es muy fácil que los hongos y las heladas lo dañen.
• Durante el verano y el otoño también se puede podar, pero será una poda mucho más localizada, ya que se limita a pinzar los brotes más vigorosos, para provocar la aparición de ramas laterales y portadoras de yemas de flor. 
• También es posible podar durante las primeras semanas de agosto, para buscar frutos de mayor calidad y reducir el vigor de un árbol frutal demasiado vigoroso. Además, para mejorar la calidad de los frutos, es buena idea retirar las hojas que los sombrean.

La poda anual trata de mantener la madera lo más productiva posible y las plantas lo más sanas y vigorosas posibles. Cuando a un árbol le empiezan a salir frutos, se ralentiza mucho su crecimiento, por lo que no es necesario podar durante esa época.

Cómo podar un árbol frutal: todos los detalles

Lo más complicado de la poda no es el hecho de podar, sino cuándo y dónde podar. Al podar un árbol joven debe buscarse una estructura abierta de ramas, para que se desarrolle a lo ancho, de manera que conviene quitar todas las ramas verticales, ya que solo restan vigor al árbol.

La poda suele basarse en dos cortes: los aclaramientos y los descabezamientos:

• Aclaramientos. Se trata de quitar las ramas completamente, lo que hace que el resto de ramas se beneficien de la energía que ya no necesita la rama cortada y crezcan más sanas y fuertes.
• Descabezamientos. Se trata de dejar más temas en cada rama, lo que provocará que el árbol crezca más compacto, ramificado y denso.

La poda de un árbol frutal tiene por objetivo que el árbol crezca sano y fuerte, y que los frutos que dé sean de la máxima calidad posible. Esta es la razón por la que es tan importante saber cómo podar un árbol frutal. Aunque lo más importante es saber cuándo hacerlo, ya que puedes hacer una gran poda, pero si la haces en el momento equivocado el árbol sufrirá. Recuerda que en tu centro BAUHAUS encontrarás todo el material que necesites para podar tu árbol frutal o para mimar el resto de tus plantas.