Lo primero que tenemos que hacer es limpiar correctamente la zona en la que vamos a trabajar. Por lo general, lo más habitual es que la tela asfáltica se instale en un tejado o azotea, que suele ser un suelo de cemento (aunque la tela asfáltica se puede instalar en casi cualquier tipo de superficie y material). En este caso, lo más aconsejable es limpiar la zona con un cepillo o escoba para eliminar cualquier resto de suciedad que pueda quedar en la superficie y, de este modo, asegurar una instalación perfecta. 

Antes de poner la tela asfáltica, es importante preparar correctamente la superficie. Después de haberla limpiado, debemos aplicar una imprimación bituminosa en la superficie en la que instalaremos la tela asfáltica. Esta imprimación bituminosa mejorará todavía más la impermeabilización de terrazas y azoteas y, además, ayudará a que la tela asfáltica se adhiera mejor a la superficie. La aplicaremos con ayuda de un rodillo, y nos protegeremos usando guantes durante todo el proceso.

Cuando vayamos a aplicar la imprimación bituminosa, es importante recordar que hay que hacerlo cuando no vaya a llover y cuando la temperatura ambiente sea al menos de más de 5 ºC. De esta forma, obtendremos el mejor resultado y evitaremos que la imprimación se pueda deteriorar.

Una vez que ya tenemos lista la superficie donde la vamos a instalar, ha llegado el momento de medir y cortar la tela asfáltica. Lo primero que haremos será medir la superficie que queremos cubrir en su totalidad y, a continuación, usando esas medidas, cortaremos la tela asfáltica en tiras que se solapan para que encaje perfectamente en la superficie una vez que esté instalada. 

En este sentido, es importante no cortar la tela demasiado justa, ya que necesitamos que los extremos se solapen entre sí para asegurar la mejor impermeabilización posible. Se recomienda dejar, al menos, 10 cm de más al cortar la tela para asegurar que se puede solapar sin problemas. Además, también es importante añadir 20 cm extra en los límites de la superficie en la que instalaremos la tela asfáltica. Por lo general, estos 20 cm extra se extenderán por las juntas de paredes y esquinas para asegurar una impermeabilización completa más allá de la superficie básica.

Con la tela asfáltica ya cortada, llega el momento de empezar la instalación propiamente dicha. La colocación de la tela asfáltica se tiene que hacer con un soplete. Gracias a la llama, el alquitrán se derrite y se adhiere sin problema a la superficie que queremos cubrir. Para ello, aplicamos la llama del soplete en la parte con alquitrán de la tela, mientras que la parte sin alquitrán deberá quedar a la vista, y la iremos colocando a medida que el alquitrán de la otra cara se adhiera a la superficie. 

Esta fase es la más delicada y peligrosa a la hora de saber cómo poner una tela asfáltica, por lo que es especialmente importante recordar que deberemos hacerlo con guantes, y el equipo protector adecuado (gafas y mascarilla). 

Además, a la hora de empezar a instalar la tela asfáltica, también es importante recordar que, en superficies en desnivel, la instalación se debe empezar por la zona más baja. De esta forma, al solapar las distintas partes de la tela asfáltica, la superior quedará por encima, facilitando el proceso de evacuación del agua igual que sucede con las tejas.