Lacar puertas: cómo hacerlo para que queden perfectas

Si has visto alguna de esas casas de diseño de las revistas te habrás fijado que tienen en cuenta hasta el más mínimo detalle. Las puertas son elementos básicos de la casa que suelen pasar desapercibidos, pero que, si los cambias o pintas, dan un aire totalmente renovado. Una opción para darle este aire nuevo es lacar las puertas. Aquí te contamos cómo hacerlo para que queden con un acabado totalmente profesional.

Pasos para lacar puertas

Lacar una puerta puede resultar un proceso sencillo, pero requiere ser minucioso. Es muy importante saber qué estás haciendo, conocer la técnica y, cómo no, tener las herramientas y materiales adecuados, así como de calidad. 

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¿Qué necesitas?

  1. Retira manillas y bisagras

    Lo primero que debes hacer para lacar puertas es retirar la manilla y las bisagras de la puerta. Puedes colocar la puerta sobre un soporte, de madera, por ejemplo, para trabajar con mayor comodidad. Si la puerta está en sentido horizontal evitarás las típicas gotas marcadas y el resultado será más liso.

  2. Protege la puerta

    A continuación, cubre los bordes de la puerta con cinta para protegerlos. Una vez cubierta, puedes pasar al siguiente paso.

  3. Lija la puerta

    Seguidamente, debes lijar la superficie de la puerta de manera minuciosa. Este paso servirá para retirar impurezas de la superficie de la puerta, como pueden ser restos de pintura o de barniz.
    ¿Cómo elegir la lija correcta? Aquí te damos algunos consejos: 
    Grano hasta 50 es una lija muy gruesa, ideal para retirar la pintura antigua. Con esta lija no importa el acabado, solo retirar el material en cuestión. 
    Grano hasta 80 es lija gruesa perfecta para alisar una superficie. 
    Grano hasta 120 es una lija media. Elige esta si quieres eliminar residuo de cortado. 
    Grano hasta 180 es una lija fina ideal para dar una pasada antes de terminar. 
    Finalmente, con la de grano hasta 250 es una lija muy fina. Escoge esta si buscas lijar algún detalle en algún material delicado.
    Y si quieres un acabado perfecto, opta por una lijadora eléctrica.
    Incluye la superficie de los marcos de la puerta, para que sea lo más uniforme posible. Para ello, te recomendamos lijar siguiendo el veteado natural que tenga la madera.

  4. Limpia la puerta

    Una vez hayas lijado la puerta perfectamente, retira todo resto que haya quedado. Es muy importante que no queden impurezas: los restos de polvo o de cualquier otro material se verán una vez lacada la puerta, así que asegúrate de que queda totalmente limpia.
    Para que quede bien lisa, puedes aplicar distintas soluciones, según el grado de profundidad de la rayadura: frotando una nuez, cera para arañazos, rotuladores específicos para reparar golpes y rayaduras, pasta o masilla para de madera y lijando el mueble.

  5. Aplica la capa de imprimación

    Como en la mayoría de procesos donde se aplica pintura, es importante aplicar una capa previa de imprimación para mejorar la adherencia del lacado a la superficie. Ayúdate del rodillo para la superficie más grande y utiliza la brocha para los espacios más pequeños o de más difícil acceso.
    Importante: deja secar la capa de imprimación antes de aplicar el lacado. El tiempo te lo indicará el fabricante.
    Para lacar la puerta es muy importante aplicar la laca de forma muy cuidadosa, así el resultado será lo más uniforme posible. Empieza por las esquinas y los lugares menos accesibles, para terminar por las zonas más amplias con el rodillo. Recuerda que entre capa y capa debes dejar secar el tiempo recomendado por el fabricante del producto y lijar suavemente.

  6. Vuelve a colocar las puertas

    Para concluir, instala los accesorios de la puerta que habías retirado al principio y colócala en su lugar de origen. ¡Listo! De esta forma, tu puerta se verá fantástica en la estancia que decidas.

Claves para un lacado perfecto

Si quieres que tus puertas luzcan como si las hubiera lacado alguien profesional, ten en cuenta estos consejos clave:

  • Aplica como mínimo dos capas de laca.
  • Entre capa y capa debes lijar suavemente la superficie.
  • Para aplicar varias capas y obtener un mejor resultado, aplica una capa en horizontal y la siguiente en vertical, o viceversa.
  • La capa debe ser muy fina y extenderla de manera cuidadosa para que el resultado sea perfecto.
  • Si puedes, descuelga las puertas y laca con la puerta en sentido horizontal.
  • Para no dejar marcas con el rodillo, aplica la pintura hacia arriba pero con una ligera inclinación. Para bajar, hazlo en línea recta. ¡Lo lograrás con la práctica!
  • Otra opción es lacar con pistola: el resultado será espectacular.
  • Considera algunos recambios para el rodillo: de esta forma estará seco para las siguientes aplicaciones de pintura.
lacar puertas

Lacar puertas en blanco

Una de las opciones más habituales en cuanto a la elección del color, es el blanco. De no dejar el color de la puerta natural, el blanco es una elección muy habitual para las casas, ya que aporta mucha luminosidad al ambiente. El proceso de lacar una puerta en blanco es igual que con cualquier otro color. La única diferencia es el color de la laca, que es de color blanco.

Y podríamos añadir un último consejo clave: la paciencia. Para lacar tus puertas, tómate tu tiempo y no tengas prisa por acabar; sino el resultado no será el esperado. El trabajo es sencillo, pero puede resultar desastroso si no lo haces con mimo y dedicación

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Publicado el 3 de noviembre de 2020 y actualizado el 20 de septiembre de 2023

Preguntas frecuentes sobre lacar puertas

¿Qué es mejor, pintar o lacar las puertas?

La pintura da un resultado más rugoso y menos duradero. Por lo que, el lacado es mejor opción, aunque sea más complicado de aplicar.

¿Qué es mejor, el barniz o la laca?

Para una puerta de madera interior, la laca se estropea menos que el barniz. Para el exterior, el barniz dura más.

¿Cuánto cuesta lacar una puerta en euros?

La pintura para una puerta puede costar alrededor de 60 € por puerta. Una laca es más cara, ya que ofrece mejor rendimiento. Cuesta entre 80 y 300 € por puerta.

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