Si has visto alguna de esas casas de diseño de las revistas te habrás fijado que tienen en cuenta hasta el más mínimo detalle. Las puertas son elementos básicos de la casa que suelen pasar desapercibidos pero que, si los cambias o pintas, dan un aire totalmente renovado. Una opción para darle este aire nuevo es lacar las puertas. Aquí te contamos cómo hacerlo para que queden con un acabado totalmente profesional.
Pasos para lacar puertas
Lacar una puerta puede resultar un proceso sencillo, pero requiere ser minucioso. Es muy importante saber que estás haciendo, conocer la técnica y, cómo no, tener las herramientas y materiales adecuados así como de calidad.
¿Qué necesitas?
- Laca, del color que prefieras.
- Imprimación, para dar una capa previa al lacado.
- Rodillo, para las superficies más lisas de la puerta, o mini rodillos si la superficie de la puerta no es muy grande porque, por ejemplo, tiene cristal.
- Brocha, para los lugares más delicados donde el rodillo es demasiado basto.
- Protectores para el suelo, ya sea una manta o papel de periódico, lo que uses habitualmente.
- Una lija, puedes usar una lijadora eléctrica.
- Una bayeta para limpiar.
- Lija la puerta
El primer paso es lijar la superficie de la puerta de manera minuciosa. Este paso servirá para retirar impurezas de la superficie de la puerta, como pueden ser restos de pintura o de barniz.
¿Cómo elegir la lija correcta? Aquí te damos algunos consejos: la de grano hasta 50 es una lija muy gruesa, ideal para retirar la pintura antigua. Con esta lija no importa el acabado, solo retirar el material en cuestión. Con la del grano hasta 80 es lija gruesa perfecta para alisar una superficie. La del grano hasta 120 es una lija media. Elige esta si quieres eliminar residuo de cortado. Con la de grano hasta 180 es una lija fina ideal para dar una pasada antes de terminar. Finalmente, con la de grano hasta 250 es una lija muy fina. Escoge esta si buscas lijar algún detalle en algún material delicado.
Y si quieres un acabado perfecto, opta por una lijadora eléctrica.
Incluye la superficie de los marcos de la puerta, para que sea lo más uniforme posible. Para ello, te recomendamos lijar siguiendo el veteado natural que tenga la madera. - Limpia la puerta
Una vez hayas lijado la puerta perfectamente, retira todo resto que haya quedado. Es muy importante que no queden impurezas: los restos de polvo o de cualquier otro material se verán una vez lacada la puerta, así que asegúrate de que queda totalmente limpia.
Para que quede bien lisa, puedes aplicar distintas soluciones, según el grado de profundidad de la rayadura: frotando una nuez, cera para arañazos, rotuladores específicos para reparar golpes y rayaduras, pasta o masilla para de madera y lijando el mueble. - Aplica la capa de imprimación
Como en la mayoría de procesos donde se aplica pintura, es importante aplicar una capa previa de imprimación para mejorar la adherencia del lacado a la superficie. Ayúdate del rodillo para la superficie más grande y utiliza la brocha para los espacios más pequeños o de más difícil acceso.
- A lacar
Importante: deja secar la capa de imprimación antes de aplicar el lacado. El tiempo te lo indicará el fabricante.
Para lacar la puerta es muy importante aplicar la laca de forma muy cuidadosa, así el resultado será lo más uniforme posible. Empieza por las esquinas y los lugares menos accesibles, para terminar por las zonas más amplias con el rodillo. Recuerda que entre capa y capa debes dejar secar el tiempo recomendado por el fabricante del producto y lijar suavemente.
Claves para un lacado perfecto
Si quieres que tus puertas luzcan como si las hubiera lacado alguien profesional, ten en cuenta estos consejos clave:
- Aplica como mínimo dos capas de laca.
- Entre capa y capa debes lijar suavemente la superficie.
- Para aplicar varias capas y obtener un mejor resultado, aplica una capa en horizontal y la siguiente en vertical, o viceversa.
- La capa debe ser muy fina y extenderla de manera cuidadosa para que el resultado sea perfecto.
- Si puedes, descuelga las puertas y laca con la puerta en sentido horizontal.
- Otra opción es lacar con pistola: el resultado será espectacular.
Y podríamos añadir un último consejo clave: la paciencia. Para lacar tus puertas, tómate tu tiempo y no tengas prisa por acabar; sino el resultado no será el esperado. El trabajo es sencillo, pero puede resultar desastroso si no lo haces con mimo y dedicación.
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.
Comparte tu experiencia