¿Te gustaría contar con un sistema de calefacción eficiente que dé calor en tu hogar los días más fríos del invierno? Seguro que, en más de una ocasión, has oído hablar de las estufas de pellets, pero puede que no sepas muy bien en qué consiste su funcionamiento. Para que escojas la que más te convenga y hagas una buena inversión en tu vivienda para no pasar frío, te vamos a dar todas las claves para escoger las mejores estufas de pellets del mercado.

Aunque las conozcas de oídas y cada vez más gente las tenga instaladas en su casa, puede que todavía no conozcas muy bien en qué consisten estos sistemas de calefacción ni cómo funcionan. Para ayudarte en la elección de escoger las mejores estufas de pellets, queremos que sepas qué es exactamente el pellet, qué tipos de calefacción puedes encontrar y las características de cada uno.

¿Qué es el pellet?

Si aún no conoces en profundidad este sistema de calefacción, tienes que saber que el pellet de madera es una pequeña varilla de combustible compactado. Este material se ha fabricado a partir de trozos de madera, astillas y aserrín sin productos químicos añadidos. La resina de la propia madera es la que sirve de cohesión de palo de forma natural, es decir, esta sustancia es suficiente para pegar su pellet.

Los pellets de madera son de alta calidad y se suelen utilizar como principal fuente de energía para la calefacción. Entre sus grandes ventajas se encuentran que apenas genera cenizas, y que, además, su precio es bastante económico. Tampoco suele haber mucha diferencia entre un pellet a otro, y en cuanto a su tamaño, no superan los 3 cm de largo y su diámetro ronda entre los 6 y 10 mm.

Otras de sus innumerables ventajas es que el mantenimiento de las estufas de pellets es mínimo, reduce los residuos, ofrece una mayor eficiencia energética y registra una humedad muy baja. Por lo tanto, se puede decir que las calderas y estufas de este material son las más eficientes con un uso prolongado.

Un consejo a la hora de adquirir el pellet es que este debe ser más denso que el agua. La forma de comprobarlo es muy sencilla: tan solo hay que sumergir el material en un cubo con agua y comprobar si se hunde. Si el pellet permanece durante más de 5 minutos sumergido, esto significa que le han añadido aditivos y su combustión generará un exceso de humos.

Estufas de pellets: ¿cuáles son las mejores?

Actualmente, en el mercado se pueden encontrar diferentes tipos de estufas de pellets, las más comunes son tres: aire, canalizables y termoestufas. Todas ellas son muy útiles y recomendables, pero la mejor elección dependerá de tus necesidades. También, podemos tener en cuenta las calderas, ideales para espacios más abiertos o con necesidades “industrializadas”. 

Ahora bien, para que te puedas decantar por la que más te convenga, vamos a conocer las características de cada una:

1. Aire: son las más básicas y permiten repartir el calor mediante uno o varios ventiladores. Este sistema de calefacción aporta una gran comodidad para el usuario, pues se puede programar el encendido y el apagado, y, además, se puede controlar desde un dispositivo móvil o un mando a distancia. La limpieza de la estufa es muy sencilla y la carga se realiza de una manera muy sencilla.
2. Canalizables: son muy similares a las anteriores. Pero, en este caso, su diseño proporciona un reparto del calor por todas las estancias de la casa, gracias a que el aire se distribuye por medio de conductos especiales instalados por toda la casa.
3. Termoestufas: sin duda, es la mejor opción si dispones de un circuito de radiadores en casa. A diferencia de las dos anteriores, este sistema de calefacción no expulsa aire caliente, pues su calor se reparte por los radiadores de la vivienda. Se puede acoplar a sistemas de calefacción o suelo radiante ya existente. Su consumo se realiza de forma automática y la mayoría tiene una autonomía para varios días.

En definitiva, estas son las mejores estufas de pellets del mercado y las que te aportarán calor a tu hogar de una forma eficiente. Escoger entre una u otra dependerá de las necesidades de tu vivienda y tu familia. Y tú, ¿con cuál te quedas?