Contar con una chimenea en casa para disfrutar del calor y de las llamas en el hogar es todo un placer. Sin embargo, para evitar riesgos, es importante realizar un mantenimiento periódico: hoy te enseñamos cómo deshollinar la chimenea, paso a paso.
Por qué deshollinar una chimenea y cuándo hacerlo
Los días más fríos del año no están tan lejos como pudiera parecer. Además, hay viviendas situadas en zonas con temperaturas bajas que agradecen la presencia del fuego durante muchos meses a lo largo del año. En estos casos, deshollinar la chimenea es una tarea esencial para disfrutar de todas sus ventajas.
¿Cuál es la razón? Aparte de mantenerla en perfectas condiciones, también es fundamental para prevenir riesgos. Cuando la leña o los productos para la combustión (carbón, briquetas…) arden en el hogar, se genera una sustancia química llamada creosota. Esta sustancia es densa y pegajosa, y se adhiere al conducto o tiro de la chimenea. Con el tiempo, la acumulación va estrechando el conducto y puede llegar a obstruirlo. Y por si fuera poco, la creosota es inflamable: el riesgo de que arda con las llamas del hogar es real.
La combustión también genera otro producto perjudicial para la chimenea. Hablamos del hollín, cuyo nombre ha dado lugar a la expresión “deshollinar la chimenea” y que se produce cuando la combustión de los productos no es completa. Está formado por partículas de carbono que, junto con la creosota, se pegan a las paredes del hogar y al tiro de la chimenea.
Pero, ¿cuándo hay que deshollinar una chimenea? Normalmente, es una tarea que se realiza en dos procesos:
- De forma semanal. Se debe quemar un producto específico para mantener limpio el hogar.
- De forma anual. Una vez al año, hay que limpiar a fondo el tiro con cepillos especiales y retirar la suciedad desprendida.
Cómo deshollinar la chimenea: técnicas y materiales
Los dos sistemas empleados para deshollinar una chimenea son el método químico y el método mecánico. En general, el primero se emplea para el mantenimiento regular, mientras que el segundo (más complicado y trabajoso) se utiliza para limpiar los conductos a fondo una vez al año. Te contamos cómo se realizan, paso a paso.
Cómo deshollinar la chimenea con medios mecánicos
Cuando hablamos de medios mecánicos, nos referimos a aquellos en los que no se utilizan productos químicos para eliminar el hollín y la creosota. En su lugar, se manejan útiles y herramientas que desprenden la acumulación de suciedad en seco y despejan el conducto. Esta es la técnica más empleada y eficaz para deshollinar chimeneas de forma mecánica:
- Protege el suelo y cierra el frente con plástico
Para evitar que la suciedad y el polvo pasen a la estancia, empieza cubriendo el suelo con un plástico resistente. Fíjalo con cinta de pintor para que no se mueva. Ponte ropa de trabajo y utiliza guantes y mascarilla. Retira las cenizas del hogar y de la bandeja con un cepillo manual y un recogedor.
Corta dos grandes hojas de plástico y pégalas en el frente de la chimenea, cerrando el hogar. Pega la separación entre ellas con cinta, y deja solo una abertura lo suficientemente amplia como para poder introducir el deshollinador. - Introduce el deshollinador y frota el conducto
Elige un modelo de deshollinador con varillas conectables. De esta manera, te permitirá alcanzar una altura de hasta 7 metros. Frota durante un rato, pasando el cabezal del deshollinador por todas las paredes del conducto. Cuando notes que la suciedad va cediendo y apenas muestra resistencia, habrás terminado de deshollinar la chimenea.
- Quita el plástico del frontal y aspira los restos
Si hay restos grandes, retíralos con el cepillo y viértelos en un recipiente para cenizas. Para el resto puedes emplear la aspiradora. Así, evitarás que el polvo se extienda por todo el espacio. Termina limpiando y la embocadura de la chimenea con un limpiador adecuado, esponja y bayeta. Al final de este artículo te contamos cómo hacerlo.
Deshollinar una chimenea con métodos químicos
En este caso, para deshollinar la chimenea se emplean distintos productos que actúan durante la combustión. Su acción es más bien preventiva y de mantenimiento, ya que evitan la acumulación de hollín y creosota. Lo mejor es utilizarlos una vez a la semana. A continuación, te explicamos los pasos del proceso:
- Enciende el fuego
Antes de empezar, pon briquetas o leña o en la chimenea. Préndelas y deja que ardan durante media hora.
- Añade el producto
En este caso, te recomendamos utilizar un leño deshollinador. Estos “leños” se confeccionan con materiales combustibles que albergan en su interior productos químicos, destinados a evitar la formación de residuos. Añádelo al fuego y deja que arda durante 1 hora y 30 minutos aproximadamente, hasta que se consuma por completo.
- Retira las cenizas y limpia el hogar
¡Listo! No tendrás que hacer nada más para neutralizar la acumulación de hollín y creosota en el tiro de tu chimenea. Termina retirando los restos de la combustión, aspirando las cenizas y limpiando bien el hogar para el próximo uso.
Cómo mantener tu chimenea en perfecto estado
Deshollinar la chimenea es fundamental para que funcione perfectamente. Pero la limpieza exterior tampoco se debe dejar de lado. Es esencial para prolongar su vida útil y mejorar su rendimiento, y también para que luzca siempre lo más bonita posible. Estos consejos facilitarán la tarea:
- Recoge las cenizas antes de prender de nuevo el fuego. Evitarás su acumulación y que el polvo pase a la estancia.
- Limpia a fondo el cristal. Si se han acumulado restos, utiliza un limpiacristales de chimenea con decapante incluido. Se trata de un kit de dos productos: un decapante para desincrustar residuos y un limpiador para el mantenimiento habitual.
- Pule las partes de metal. Después de deshollinar la chimenea, una vez al año conviene dar un repaso al interior de la estufa o el hogar. Para ello, límpialo bien y aplica una crema reparadora de metales específica. Pule la crema antes de que se seque del todo y espera 2 horas antes de volver a encender el fuego. El metal recuperará su pátina y quedará como nuevo.
Ahora ya sabes cómo deshollinar la chimenea y ponerla a punto para la temporada de frío. ¿Quieres seguir mejorando tu hogar? Pues no te pierdas los consejos, proyectos y trabajos DIY del blog de BAUHAUS, con los mejores trucos y tutoriales para amantes del bricolaje y la decoración.
Preguntas frecuentes sobre deshollinar chimenea
El conducto de ventilación o tiro de la chimenea se puede limpiar con métodos químicos o mecánicos. En el primer caso se emplea un cepillo deshollinador que desprende los residuos, para después eliminarlos con cepillo y aspirador. El segundo consiste en quemar productos específicos que previenen la acumulación de residuos, facilitando el mantenimiento.
La acumulación de hollín y creosota puede causar que el rendimiento de la chimenea baje en un 10% o incluso más, consumiendo más combustible para generar calor. Además, la suciedad puede provocar incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono.
El tiempo dependerá del grado de suciedad que haya en el conducto. Si se hace con medios mecánicos podemos calcular entre 1 y 3 horas, mientras que el proceso de limpieza química tarda entre 2-3 horas. Un profesional tarda alrededor de 1 hora en deshollinar una chimenea, siempre que el tiro sea recto y esté construido en metal. En otros casos, el trabajo puede durar hasta un día.
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