1. Papel pintado para agregar textura y profundidad:

Una manera sencilla de transformar un rincón del salón es utilizando papel pintado. Opta por diseños frescos y veraniegos, como motivos de hojas o flores, que infundan vitalidad y alegría en el espacio. Los tonos neutros, como el blanco o el beige, son perfectos para mantener la sensación de amplitud y luminosidad. Experimenta con acentos de color que reflejen tu estilo personal, ya sea con toques de azul marino para un look costero o con tonos rosados para un ambiente más romántico.

2. Visillos y cortinas para jugar con la luz:

Los visillos y cortinas son elementos clave para controlar la entrada de luz natural y crear una atmósfera relajada en el salón. Elige telas livianas y translúcidas que permitan que la luz se filtre suavemente, creando un ambiente luminoso y fresco. Los tonos neutros como el blanco o el gris claro son perfectos para mantener la sensación de amplitud, mientras que pequeños detalles en mostaza añadirán un toque de color y estilo.

3. Cojines para añadir confort y estilo:

Los cojines son elementos decorativos versátiles que pueden transformar por completo la apariencia de un sofá o un sillón. Opta por cojines de diferentes formas, tamaños y texturas para crear un look ecléctico y acogedor. Combina cojines en tonos neutros como el blanco o el gris con otros como por ejemplo en tonos mostaza para añadir contraste y dinamismo al espacio.

4. Combinación de colores y texturas:

En verano, la combinación de colores neutros con tonos vivos es clave para crear un ambiente fresco y vibrante en tu rincón del salón. Opta por telas de lino, algodón o seda que permitan una buena circulación del aire y añade detalles en yute para aportar textura y calidez al espacio. Los colores neutros, como el blanco, el beige o el gris claro, actúan como base, creando una sensación de amplitud y luminosidad, mientras que los tonos vivos, como el azul turquesa, el verde lima o el amarillo mostaza, añaden energía y frescura al ambiente. Experimenta con diferentes combinaciones de colores y estampados, utilizando textiles con motivos florales, rayas o geométricos, para añadir un toque de estilo y personalidad a tu decoración. Con la combinación adecuada de colores neutros y vivos, junto con acabados naturales, lograrás crear un rincón del salón perfecto para disfrutar de los días cálidos de verano.