El primer paso supone limpiar bien la terraza, o de lo contrario la adhesión de las láminas no se hará correctamente. Aunque si la cubierta no se encuentra en buenas condiciones, es preferible aplicar un mortero de reparación estructural en las zonas dañadas. En cualquier caso, ante de comenzar con la impermebilización es importante tener el espacio limpio y libre de residuos o polvo.

Tras la limpieza, el siguiente paso consiste en medir la superficie y plantear la colocación de las láminas. Las láminas flexibles vienen en rollos de 1,5 metros de ancho y diferentes largos, así deberás considerar qué medida se adapta mejor a tu terraza y después establecer cómo las vas a colocar y disponer sobre la cubierta. Las láminas asfálticas también vienen en diferentes tamaños y largos.

Para la impermeabilización de terrazas necesitarás cemento cola clase C2, que tendrás que aplicar sobre el pavimento de la cubierta con la ayuda de una llana dentada. Aplica el cemento cola poco a poco, solo en la zona donde vas a colocar la lámina flexible, y así consecutivamente. 

Con la ayuda de una llana flexible, tras colocar la lámina flexible tendrás que extenderla para fijarla bien al suelo y evitar que queden bolsas de aire. No te olvides de que las láminas (flexible o asfáltica) tienen que subir unos 20 cm por la pared. Para las láminas asfálticas necesitarás la ayuda de un soplete y una paleta, pues tienes que calentar tanto la emulsión bituminosa como la cara de la lámina que irá en contacto con el suelo para ablandar el betún que tienen ambos materiales.

Una vez dispuesta la primera lámina, tienes que colocar el resto hasta completar toda la superficie de tu terraza. Las láminas flexibles han de solaparse un mínimo de 10 cm (puedes ayudarte de un lápiz y una regla para conseguir una mayor precisión), siempre a favor de la pendiente y partiendo desde los desagües. 

Para solapar las láminas flexibles puedes usar un adhesivo especial para juntas aplicado con una espátula, rematando con el mismo por encima para un doble sellado (aunque no para las láminas asfálticas, que se usa su mismo betún). En el caso de las láminas asfálticas, tienes que solapar las tiras unos 8-10 cm imprimiendo el betún de una sobre la otra.

Para reforzar bien tu terraza, es importante prestar atención a los detalles. Por ejemplo, para las esquinas deberás puedes colocar piezas de remate (o cortar trozos de lámina flexible) con la ayuda del adhesivo especial para reforzar estos rincones tan susceptibles a las filtraciones. En el caso de las láminas asfálticas, es mejor empezar por este paso; es decir, reforzar primero las esquinas y disponer por encima el resto de láminas. Y para los sumideros, si los tienes, una lámina termoselladora te ayudará a reforzar la zona.

Una vez que todas las láminas flexibles están colocadas, es hora de instalar las baldosas cerámicas y el rodapié. De nuevo, usa el cemento cola para extenderlo sobre la superficie de láminas y dispón las baldosas. En el caso de las láminas asfálticas, se colocarán otras láminas asfálticas con gránulos de pizarra, las cuales quedarán a la intemperie. 

¿Qué te han parecido los pasos para la impermeabilización de terrazas? Seguro que con ellos consigues una terraza bien impermeabilizada. Y si necesitas alguna herramienta o material, no dudes en acercarte a tu centro BAUHAUS más cercano, donde nuestros profesionales te asesorarán en todo lo que necesites.