La instalación de suelo radiante es muy común en muchos países del mundo. En el nuestro, aunque todavía no es una práctica muy extendida, va ganando peso a la hora de elegir un método de calefacción. Y eso que el suelo radiante se viene utilizando en la humanidad ¡desde hace más de 3000 años! Y es que tiene grandes ventajas frente a la calefacción común. En este artículo te contamos más.
¿Qué es el suelo radiante?
El suelo radiante es un tipo de sistema de calefacción que se instala en el suelo de las viviendas, bajo el pavimento y bajo una capa de mortero. La calefacción está formada por una red de tuberías, por las cuales puede pasar agua o la electricidad para que dichas tuberías se calienten. Éstas hacen que el suelo irradie calor a la estancia donde está instalado.
Como los pies son un gran regulador térmico para el cuerpo humano, el suelo radiante se perfila como un sistema de calefacción óptimo y más que confortable. Además, si el sistema instalado es de tuberías de agua tienes la opción de, además de calentar, poder usarlo como sistema de refrigeración.
Ventajas e inconvenientes del suelo radiante
La larga lista de ventajas hace que instalar suelo radiante sea una opción muy válida a la hora de elegir este sistema de calefacción:
Un gran rendimiento a un bajo coste energético
El coste energético de un suelo radiante es menor que el de la calefacción por radiadores. Eso sí, se deben distinguir entre el suelo radiante eléctrico y el suelo térmico de agua.
En el sistema de calefacción de agua, es necesario calentar el agua para conseguir el efecto deseado. El agua circula por unos tubos muy pequeños, por lo que el caudal que circula por el circuito es pequeño.
Por consiguiente, la energía que se utiliza para calentar el agua, o para enfriarla, es también muy baja. Además, las temperaturas a las que hay que calentar el agua oscilan entre los 30ºC y los 45ºC, por lo que no es necesaria mucha energía para conseguir el objetivo.
En el caso del suelo térmico eléctrico, el coste de energía es mayor.
Posibilidad de ser ecológico
Al no necesitar mucha energía puedes aprovechar alguna de las energías renovables únicamente para este cometido: energía solar, eólica, aerotermia, geotermia… elige la que mejor se pueda adaptar en tu instalación.
No ocupa espacio
Al menos, no ocupa espacio visual: como está debajo del suelo no lo vas a notar. Lo único que necesitas es algo de espacio en un armario para los colectores hidráulicos o para los conectores eléctricos, que sí ocupan un lugar, como puede hacerlo un armario de luces, pero al ir empotrado, no se notará.
Máximo confort
Que el calor o el frío irradien desde el suelo hacen que la sensación de confort aumente de forma radical. El calor se reparte mejor por la casa en lugar de estar focalizado en un solo punto. Además, no habrá corrientes de aire, ni humedad, ni sequedad.
Inconvenientes
También existen algunos inconvenientes que debes tener en cuenta, si comparamos con la calefacción de gas habitual:
Precio inicial
Inicialmente, es más caro que el sistema de radiadores, aunque lo amortizas con el tiempo. Una instalación de suelo radiante puede costar entre 6.000 y 7.000 euros para unos 100 m2, pero en muy poco tiempo notarás que merece la pena la inversión.
Sistema de alta inercia
El sistema tarda en arrancar, por lo que debes dejar pasar un tiempo hasta que se caliente o enfríe una estancia. Ocurre lo mismo al apagar el sistema: quedará frío o calor residual durante un tiempo.
Esto no es un inconveniente en lugares donde las temperaturas son regulares, pero puede serlo en zonas donde los cambios bruscos de temperatura son comunes.
Instalación por profesionales
Al igual que ocurre con el sistema tradicional de calefacción, para instalar un suelo radiante es imprescindible que se lleve a cabo por un equipo de profesionales. Si se instala de forma incorrecta, para arreglarlo hay que levantar el suelo, aunque no es habitual.
Para tener éxito en tu instalación de un suelo radiante, como ves, debes asegurarte de realizar buenas conexiones, de repartir bien la superficie, de realizar pruebas en el sistema antes de cerrar por completo el pavimento… ¿Tienes más dudas? Nuestro servicio de instalación te aconsejará, garantizando la máxima calidad y profesionalidad. Aprovecha la reforma que tengas que hacer para instalar esta fantástica tecnología de calefacción, ¡no te arrepentirás!
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