Las duchas para personas dependientes deben tener unas características concretas para que mayores y discapacitados puedan asearse de forma segura. Te contamos cuáles y de qué modo se puede adaptar una ducha a necesidades especiales.

El aseo es una tarea diaria para la que hay que procurar intimidad y seguridad a cualquier persona. Por eso, personas con problemas de movilidad desean disponer de una ducha adaptada para sentir autonomía, mientras que a las personas que necesitan ayuda para ducharse y a sus cuidadores también hay que facilitarles la tarea. ¿Quieres saber cómo se consigue? Con un cuarto de baño funcional adaptado a sus necesidades y dotado de una ducha accesible.

Cómo debe ser una ducha accesible

Las duchas para personas dependientes deben poner las mínimas trabas a la hora de introducirse en ellas, no importa el tamaño del cuarto de baño. Muchas veces, será necesario prescindir de elementos como el bidé para dar cabida a una ducha de fácil acceso. Además, deben disponer de apoyos seguros en los que sujetarse, y disponer de los elementos adecuados para evitar quemaduras y salpicaduras.

A continuación, especificamos los elementos de una ducha accesible para ser considerada como tal…

Elementos de las duchas para personas dependientes

Suficientes puntos de apoyo en las paredes

Las paredes del cuarto de baño deben contar idealmente con asideros que permitan acceder a la ducha y demás sanitarios de forma sencilla y mantener la seguridad en el baño. Además, la cabina de ducha en concreto debe también disponer de puntos de apoyo específicos. En cuanto a la altura, debes colocarse al menos a 75 cm del suelo, aunque puede variar en función de la persona.

Existen asideros de taladro y otros que se fijan con pegamentos epoxi

Plato de ducha extraplano o a ras de suelo

Los modernos materiales, como los platos de ducha de carga mineral, han permitido realizar modelos plano, antideslizantes y antibacterianos, características que hasta hace unos pocos años eran impensables. Se considera plato de ducha extraplano a aquel que sobresale menos de medio centímetro, y que se puede enrasar casi totalmente. Si se desea una superficie continua, quizá sea mejor decidirse por un plato de ducha de obra a ras de suelo.

Suelo antideslizante

El suelo del cuarto de baño debe ser antideslizantes, para evitar peligrosos resbalones cuando está húmedo. Pueden ser baldosas de gres porcelánico, muy resistentes, que tengan una ligera textura antideslizante.

Mamparas especiales

Las mamparas antiguas tenían puertas que abrir, que dificultaban el acceso, y además su estructura se asentaba sobre perfiles en el suelo, que impiden un acceso sencillo y cómodo a las personas con poca movilidad. En el caso de las duchas para personas dependientes se recomienda poner una sola mampara fija o una mampara de ducha fija abatible. Es imprescindible que no tenga perfiles abajo.

Grifos de ducha termostáticos

Para que la ducha se desarrolle con la máxima comodidad y en el menor tiempo posible, se recomiendan los grifos de ducha termostáticos. Son tantos los factores a tener en cuenta hasta acceder a la cabina que lo mejor es poner uno de estos grifos para evitar cambios de temperatura o un sobrecalentamiento del cromado que queme al apoyarse en él por descuido.

Duchas empotradas

Las duchas empotradas, además de ser tendencia, son muy prácticas para los cuartos de baño adaptados. Al ir parcialmente ocultas por detrás de la pared, eliminan obstáculos facilitando un cómodo aseo.

Asiento en la ducha

Hay muchos modelos: algunos son taburetes para baño adaptados con patas antideslizantes, mientras que otros se fijan a la pared y son abatibles. El asiento de ducha debe tener una altura de entre 43 y 47 cm desde el suelo. Los asientos anclados a la pared soportan pesos de hasta 150 kg.

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