Dependiendo de su uso de los colores en la habitación, dan una «cara» completamente distinta: un corte descuidado puede suavizarse, las proporciones cambian… al menos en la percepción.

¿Qué color es adecuado para cada habitación?

Los distintos tonos de pintura tienen efectos psicológicos diferentes. También debe prestar atención a esto.

El rojo tiene un efecto activo, pero en exceso puede resultar agresivo, por lo que es mejor sumergir sólo pequeñas zonas en este tono ardiente.

El amarillo rebosa energía, transmite alegría de vivir y representa la luz, pero también dificulta la relajación: un color que encaja mejor en la cocina o el salón que en el dormitorio.

El verde es sinónimo de naturalidad y equilibrio. Los tonos oscuros calman la vista, el verde rana brillante despierta el ánimo: ideal para el cuarto de baño.

Los tonos de azul dan frescura a las habitaciones, transmiten tranquilidad y, por lo tanto, se ven bien en el estudio o dormitorio.

Los colores tierra típicos como el marrón y el beige transmiten calidez y seguridad. Son adecuados para todas las habitaciones, especialmente en combinación con tonos audaces pero no demasiado fuertes. Lo siguiente se aplica a toda la paleta: cuanto más intenso es el color, más llama la atención, mientras que los tonos claros retroceden visualmente.