Los radiadores automáticos son la mejor opción para asegurarnos de que los radiadores de casa no tienen aire y, de este modo, disfrutar de una calefacción de calidad y mucho más eficiente. Si quieres saber qué cómo funcionan este tipo de purgadores y cómo se instalan sigue leyendo y te lo contamos.
¿Qué son los purgadores automáticos?
Los purgadores automáticos son unos dispositivos que se instalan en los radiadores y que sustituyen a los purgadores tradicionales. Como su nombre indica, los purgadores automáticos cuentan con la ventaja de que realizan la labor de expulsión de aire del interior de los radiadores por sí solos. Es decir, de manera automática. Lo que nos permite que, una vez instalados, nos olvidemos de tener que purgar los radiadores cada año.
Gracias a los purgadores automáticos, te olvidarás de tener que desmontar el radiador y de tener que purgarlo cada año. De esta forma, disfrutarás de la calefacción más cómoda y agradable en casa sin que te des ni cuenta de que está ahí.
¿Cómo funcionan los purgadores automáticos?
Todos los tipos de purgadores automáticos funcionan de un modo similar. En este sentido, el funcionamiento de este tipo de dispositivos es muy sencillo, y está basado en el principio de flotación de los cuerpos sumergidos en un fluido. Es decir, el purgador automático cuenta con un cilindro interno que se mantiene en posición elevada gracias a un obturador cerrado. Cuando entra aire, el flotador desciende, lo que consigue que el obturador se abra y que se produzca la descarga del aire.
Cómo instalar un purgador automático en un radiador
Instalar un purgador automático es muy sencillo, basta con tener el purgador en cuestión y una serie de herramientas a mano.
- Cerrar la llave del radiador
Lo primero que debemos hacer cuando vamos a instalar purgadores automáticos es cerrar la llave de paso de agua al radiador, lo que impide que el agua entre y que, al manipular el purgador, esta se derrame (aunque hay que tener en cuenta que siempre puede quedar un poco de agua residual en el circuito, por lo que se recomienda tener a mano un recipiente donde recogerla y un trapo).
- Cerrar el detentor
Para este paso usaremos un destornillador (u otra herramienta adecuada según el modelo de purgador antiguo). Esto nos permite dejar el circuito completamente cerrado para poder maniobrar con seguridad y comodidad.
- Abrir el purgador
Al abrirlo, el agua residual goteará fuera del radiador, por lo que es ahora cuando debemos colocar un recipiente en la parte inferior para recoger esa agua sobrante.
- Aflojar el purgador y retirarlo
Con ayuda de una llave inglesa, primero aflojamos el purgador antiguo y, a continuación, lo retiramos por completo.
- Instalar el nuevo purgador automático
A continuación, procedemos a colocar el nuevo purgador en el lugar libre que ha dejado el antiguo. Después de ajustarlo, debemos colocar la válvula y la posicionamos en una ubicación que permita que el aire se expulse en dirección vertical y hacia arriba.
- Comprobar de que no hay fugas
Finalmente, procedemos a abrir la llave de paso y el detentor y comprobamos que no hay fugas en el circuito y que todo funciona correctamente. Por otro lado, también deberemos comprobar la presión de la caldera para verificar que es la correcta.
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